Si lees
estas líneas.
Si piensas
en mí.
Si sabes lo
que siento.
Si sabes cómo
pienso.
Si entiendes
lo que siento.
Si puedes
ver lo que te digo.
Entonces no
preguntes.
Entonces no
te enojes.
Entonces no
llores.
Entonces sabrás
que marche.
Entonces puedes
comprender.
Que mis
ausencias ya serán
eternas.