He tomado las medidas del cuarto.
Entre cuatro paredes dejo las ganas.
Las tuyas y las mías.
Quise medir las querencias.
Pero no pude.
Quise medir los recuerdos.
No lo logre.
Quise tantas cosas de ti,
tantas de mí.
A ningunas llegué.
Solo estas burdas líneas salieron.
De desalientos y de amor.
Si lees despacito los puntos de mi piel.
Sabrás a que saben estas ganas
de plenilunio.
Si ya no estoy cuando llegues,
búscame debajo de la luna.
Cuando juegue con el lucero
de la noche junto al arrollo.
Ahí dejare la nota de un TE QUIERO.