Me sentaré a tu lado,
no para hacer malabares.
ni para azotar el viento.
Menos para ver el ocaso
ni las estrellas en la noche.
Me sentaré a tu lado
para tejer las ideas,
bordar las nostalgias y
afinar el hilo de la vida
al fijar los puntos de los amores.
Pegado a ti en la penumbra
de la existencia.
Bebiendo el candor de tus
palabras, el calor de tus lágrimas.
Y la candidez de la mirada
de una niña enamorada.
Me sentaré a tu lado.
Cómo la piedra al camino,
eternos compañeros
en alegrías y las penas.
Donde el rubor sea parte
de los latidos y amores.
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