TE QUIERO MUJER

Este amargo silencio mata lentamente

y lacera el alma.

Rompe los anatemas de este amor que

quizás sea puro que quizás sea tuyo.

Cuando se ama tanto cómo yo a ti

no importa los errores todo se perdona

Amor sigamos el camino de los sueños

eternos y junto de la mano ganemos

este amor que es de los dos.

No eres la niña tímida que conocí ni

soy el tonto que llegó a ti sin mirar

ni pensar, sólo soy el hombre que ama

a una mujer en medio de la nada.

Te quiero en medio de la lluvia, en medio

del silencio, en medio de la noche, en medio

de le nada

Te quiero mujer.

DEBAJO DE LOS LUCEROS

No es que me guste ni que te quiera
Tampoco que podamos ser similares.
Lo importante es cuanto me ames
Y compartas conmigo ese amor.
Que juguemos a las escondidas.
Debajo de los luceros.
Encima de las sábanas.
Junto a las ideas y las murmuraciones.
No es que me guste y te quiera.
Es que te sigo amando.

TE QUIERO

Te quiero

Te quiero como

este aire que respiro

Te quiero

como el ser que soy

Te quiero

en la simplicidad de la nada

Te quiero

Y te entrego mi sonrisa

junto a mis secretos.

Te quiero

Porque tu alma es mi

cofre de los amores

Te quiero

Tú eres el regalo de la

pasión de este amor

Te quiero.

LA INOCENCIA DE LOS PLACERES

No es solo la intención de una idea,
es la consumación de los adjetivos
trazados entre la mirada y las insinuaciones
de dos manos juguetonas.
Soy ese niño travieso
en las coordenadas de tu piel.
La misma que se eriza
con el pensamiento tenue
entre los velones y las luciérnagas.
Si me dejas arrancar los quejidos
del aliento,
dejare a la mañana
el cantar del gallo,
los aleteos de la mariposa
y el idilio de la noche pasada.
Mas unos garabatos en el pelo
donde escribiré un adiós
a la inocencia de los placeres.

TÚ Y YO

Tú y yo debemos de hacer un pacto
por que este amor nunca debe de morir.
Siempre que lo pidas,
estaré junto a ti.

Quizás sean para unos simples palabras,
pero tú y yo sabemos que no.
Siempre que tú me lo pidas,
estaré junto a ti.

Cuando he estado en tus pechos,
en ellos encontré la paz que buscaba.
Por eso bebé, si tú lo pides,
estaré junto a ti.

Deseo llenar tu corazón
con los mimos que me pides.
Una mujer como tú desearía junto a mí,
ver la aurora de cada mañana en mis
brazos.
Olvidando los anatemas de la moral
para ser inmorales al hacer el amor.

EN EL SILENCIO DE LA NADA

En el silencio de la nada
Cuando suena a callar la 
trompeta de los dolores.
vibra el alma del mortal
las fibras del que ama
de ese que lo entrega
todo por nada.
Esperando tan sólo
una mirada de un amor
que camina en la nada
En el silencio de la nada.
Cuando nuestras vidas
tiemblan de emociones
suenan las notas monosílabas
de un te quiero.

ESCRIBIENDO EN LA NADA

Deseo escribir en tu piel
la forma de amar,
de sentir y soñar.
Si me dejas penetrar
tus sentimientos y
seremos dos en el
universo como uno solo.
Deseo escribir en tu piel
como lo hace la gota de
agua al caer.
Que te eriza con su toque
que te hace gemir con
su tacto de place.
Y si me dejas escribir
en tu piel de mujer
amada como la luna.
Ya nadie más escribirá
en ella. Yo llené tus
líneas de querencias
eternas.

POR LA VENTANA

Me dices que entre por la ventana de tus pupilas,
y me dejaras abierta la puerta de la vida,
me dices que entre ya que el bar de tu vida estará
abierto.
Que me tome a sorbos el néctar de las cosas
de tu alma.
Que me emborrache al saborear el aroma
de tus besos.
¡Hay corazón, que macabra es la vida!.
Por ti me hice astémico.
Ya no tomo corazones rotos.
Solo sorbitos de suspiros, de esos que
bebemos gota a gota.
Sí, de esos, que matan lentamente.

DARÍA LA VIDA POR TI

No sé si daría por ti mi vida.
No sé si también los suspiros.
Pero debes de saber que soy 
una oveja sin redil.
Que aprendió en tus brazos 
como se sueña con las querencias.
Soy un mal pintor de ideas que 
se entretejen con los pinceles 
de tus labios.
Alguien que pedí a velitas 
para dos y cenaba sólo con la 
melancolía de tus ideas.
Ese tonto que camina bajo la lluvia 
cubierto con el paraguas de tus
palabras en mis oídos.
Somos gatos en el tejado con 
luna llena, haciéndole el amor 
a la noche.
Haciéndole el amor a nuestras 
cabriolas de enamorados solitarios.
Sí, sabes que te amo, aunque 
tus besos me envenenen de amor loco.