En el camino de las ganas.
No deseo tu cuerpo de diosa.
En las encrucijadas de las penitencias,
solo tus caricias de mujer.
Cuando vengan las tentaciones
de las caricias.
Solo tendré las angustias
de tu figura frente a mi.
Con todas tus fuerzas y ganas
dormidas en el tiempo.
Si me dejas escoger,
entre tu piel y el infierno.
En tu piel quemo mis ganas.
En el infierno mis agonías.
Para qué decir que no.
Si sabes lo que siento
con solo ver tu alma de mujer.
Donde dejar las huellas de un querer.
Donde poner lo que sentimos los dos.
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