Y si me das un beso.
Uno debajo de cada bombilla.
Uno a la luz de las luciérnagas.
Pero solo uno.
Que me parta el sentimiento;
abriéndome el alma
en mil colores.
Dame ese motivo.
Como me lo brindas
en cada mañana,
al compás del tic tac,
de tu corazón y el mío.
Pero dame ese beso;
para marcar con fuego
esta boca tuya y tan mía,
Si…si con notas purititas
de tus melancolías y mis cabriolas
de luciérnaga solitaria.
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