Una
noche cualquiera
de
un día cualquiera
Me
paré a matar los segundos
bajo
tu luz de farol
Pero
no era cualquier noche
ni
cualquier día
Era
la noche de las luciérnagas
enamoradas
y henchidas de amor
Una
noche cualquiera
de
un día cualquiera
Cuando
las copas rebozaban
a
placer
Me
dijiste que sería mía. Sí,
sólo
mía.
Pero
no conté con el otoño
del
tiempo y ni las lluvias caídas.
Las
hojas caen como los segundos
el
viento las mueve a placer
Así
se movió también tu querer.
En
una noche cualquiera
de
un día cualquiera.
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