Deseo
que sepas que no solo son tentaciones,
es
la profundidad de esta idea en tu piel.
La
misma que como hoja blanca deseo garabatear
con
mi boca, en medio de las llamas y las ganas.
Deseo hacerte el amor lentamente con mis palabras. Donde el paragua de la lluvia de caricias sea tu piel. Y las fronteras de las pasiones: los deseos de nuestras carnes.
No te pido que hagamos el amor en la primera copa de vino. Ni en la segunda. Quizás en la tercera dejemos que las manos jueguen a l...