Estrujo tu piel junto a la mía
y bebo el aliento del suspiro,
de este adiós que causará tu ausencia.
La existencia de la vida,
es la suma de nuestras imperfecciones.
Vuelos inconclusos de desamores
pero que supimos vivir juntos.
¿Quiénes somos?
Dime tú, mujer de ideas galácticas.
Te vas,
Dejando las líneas arrugadas
en las azules sábanas de cualquier
mañana de amores en fuego.
Y roto un corazón ya cansado.
¡Dejemos morir los segundos!
Que suene el portazo de las razones.
La soledad es mi compañía,
cuando te marchaste sin decir adiós,
después de hacer el amor.
Ya no importa nada.
Solo el viento conversa conmigo
en mi locura de seguir amándote.
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