Cómo roca solitaria en medio de la nada.
Viajan las ideas desnudas.
Dejaron su ropa de sencillez quijotesca
colgadas en la ventana de la vida.
A la llamada del amor,
raudo corrió el corazón alegre.
Ignominia de la dicha y la suerte.
Si tus ojos aún me miran.
Abrí la cortina de la lluvia lentamente.
Y moje mis labios con tus besos.
Los mismos que se niegan al placer.
Debajo del farol de los enamorados.
Si amas, amas.
Deja la timidez.
No hay razones largas ni cortas.
Solo brillo en tus ojos.
Cuando haces el amor.
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