No deseo que cuelgues de mi cuello.
Tampoco que seas una Magdalena.
Solo deseo que seas mujer
Que me recoja en tus brazos.
Suspire con las
ganas de ser y no ser.
Solo que seas mi mujer.
No deseo velas de cumpleaños.
Con tu cuerpo basta y sobra.
Para que ser lo que no somos.
Si en la cama somos dos en uno.
Podemos ser ángeles
cuando aleteamos debajo de las sábanas.
Pero somos solo dos que lentamente
se aman.
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