Y
dijiste adiós en medio de la nada.
Dejando
mi alma con esta soledad
Anonadada
y sin aliento.
Y
dijiste adiós como si nada.
En
medio de la tristeza del cielo.
Dejando
a la lluvia por testigo.
Y
a las nubes llorando.
Para
eso son los corazones.
Para
esperar lo inesperado.
Para
llorar en los desiertos.
Para
sangrar en la mar de las almas.
Para
saber cuándo partir.
Para
no mirar atrás
Aunque
muera de dolor.
Cuando
digo estaré ahí.
Cuando
digo estoy ahí,
Cuando
te dije recuéstate en mí.
No
sembraba ilusiones.
Ya
que también yo vivía.
No
escribo mirare hacia atrás.
Dejo
mis pasos en la calzada de la vida.
Adiós alma mía.
Vuela como rauda mariposa.
Se ya que en otra flor reposara.
Que otros pétalos tocaras.
Y yo solo atinare a recordar.
El néctar que una vez te pude dar.
Adiós alma mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario