Para qué confesarme,
si miento.
Si lo hago,
te desnudo con mis pensamientos.
Cuando me confieso,
pienso en tus labios.
Si resuelvo hacerlo,
te muerdo con mis palabras.
Deseo hacerte el amor lentamente con mis palabras. Donde el paragua de la lluvia de caricias sea tu piel. Y las fronteras de las pasiones: los deseos de nuestras carnes.
No te pido que hagamos el amor en la primera copa de vino. Ni en la segunda. Quizás en la tercera dejemos que las manos jueguen a l...
No hay comentarios:
Publicar un comentario