Todo me es oscuro, ya no tengo paz en mi alma.
Mi corazón está profundamente triste.
He renunciado a la esperanza de que me puedas amar.
Si al menos vinieras a mi y conversáramos.
Llenaríamos los huecos rotos de mi corazón.
Le he preguntado a mi interior sobre este amor y sobre este dolor.
Me pregunto y no tengo palabras. ¿Qué hice?
Quizás no sea el hombre que tú empezaste amar.
Pero nunca jamás le haría daño a un corazón que me ha amado.
Ni mía ira será venganza de amor, ni mi amor será tortura de mi venganza.
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