
Soplad viento tempestuoso
desgarra tus ataduras efímeras,
contra esta roca
y este pecho.
Clava tus míseras garras
gemidos sordos y lúgubres,
rompe mi silencio,
deja abierta mi herida.
Cuando caiga la última gota,
entonces pronunciare su nombre.
¿Para qué esta agonía?
Porque tú y solo tú conoces mi porfía.
Sopla viento tempestuoso
ven a mí.
Lleva mis gemidos.
Grita por siempre su nombre.
Grita por siempre su nombre,
y dile que por callar mi dolor.
Muero lentamente en mi cadalso.
Recostado en el murmullo del viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario