
La tarde y tú
marcharon juntas,
con la brisa como canto.
Dejando en mis labios
el sabor del amor,
y la tortura de quererte.
Solo tengo como recuerdo,
el tatuaje de tus ojos
en mis pupilas,
y el sonido de tus pasos
cuando se alejan.
Deseo hacerte el amor lentamente con mis palabras. Donde el paragua de la lluvia de caricias sea tu piel. Y las fronteras de las pasiones: los deseos de nuestras carnes.
Cuando te pienso es como si a los segundos le faltaran tiempo, a la lluvia ritmo, a las estrellas luz. Todo porque tú lo llenas todo. No e...
1 comentario:
Muy lindo poema, amigo mío, con un final brillante.
Abrazo, poeta...
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