sábado, 20 de diciembre de 2008

A MEDIA NOCHE



La tarde y tú
marcharon juntas,
con la brisa como canto.
Dejando en mis labios
el sabor del amor,
y la tortura de quererte.

Solo tengo como recuerdo,
el tatuaje de tus ojos
en mis pupilas,
y el sonido de tus pasos
cuando se alejan.

1 comentario:

P.v.a dijo...

Muy lindo poema, amigo mío, con un final brillante.
Abrazo, poeta...

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