No sé si me puedas amar hoy.
Quizás lo puedas
hacer mañana,
pero si lo haces
sabrás que estas
en mi todo el
tiempo.
Si supieras lo
que es ser sentirse amado,
no dudaría ni un
segundo en hacerlo.
Te pueden
embargar temores pero
nunca con mi
amor.
Si piensas en el
tiempo de los dos.
Sabrás que para
amarse no hay tiempo.
Tampoco para que
la lluvia caiga
y lo moje todo.
Solamente hazlo
con pasión,
ya que te daré
la ternura que deseas.
Tú llenas mis
momentos de soledad
como nadie más.
No sé si me
puedas amar como,
yo te amo a ti.
Pero andas
pegada a mi piel
igual que la
madrugada al amanecer.
Me llevare el
tiempo conmigo.
Donde quiera que
yo vaya
cargaré con los
instantes de mi vida.
Ellos marcan la
diferencia de la existencia.
No importa quién
los cuentes,
si es en el día
o en la noche.
Son los
instantes de mi vida,
con todos ellos
cargaré.
Los minutos y
los segundos
pareja de
asaltantes consuetudinarios.
De toda una vida
cargada de horas
mustias.
En fin, sin
importar como dije
y quien los
cuente, sea un Times,
Rolex, Bulova o
Cartier.
El segundo de la
muerte será infinito.
Entonces ella
cargara con la paciencia
del tiempo.
Tus segundos,
minutos y horas.
En la muerte ya
no habrá pasión.
Deseo regresarte todo.
Devolverte las miradas.
Los gestos,
Los besos y las pasiones.
Te regreso cada segundo que me diste.
Cada hora que compartimos
Y las erizadas de mi piel al toque de tus labios.
Te regreso los te quiero.
Y los te amo a millones.
Te regreso la vida que me diste.
Y la que compartiste conmigo.
Sólo de ti deseo en lo profundo de mí ser.
Un te amo en la soledad de mi desierto
y en las complicidades de las ganas.
Sólo tengo un pecado y una condena.
Tú así...
Y yo pecando detrás
de ti a todas horas...
Cuando nos
embarcamos en este bote llamado vida.
No nos importó
si la mar era tranquila o en un momento podía ponerse bravía.
Sólo éramos los
dos como polizones de los deseos, emprendimos el viaje.
Mientras las
olas de las ideas y los deseos fueron tranquilos no pasaba nada.
Cuando sentiste
que los vientos no eran calmos y las olas eran gigantes, decidiste cambiar de
rumbo.
No importo si
luego la mar volvía a la calma.
En el viaje de
la vida, no hay días calmados por siempre o días tempestuosos a cada segundo.
La travesía
depende de cómo rememos uno al lado del otro.
Tiraste el
ancla.
Yo los remos.
Ahora cada quien
navega sin rumbo.
El destino nos
llevara a puerto.
Quizás seguro,
quizás revoltoso.
Pero a un puerto
cada uno llegara.
Y a mí tonto
corazón por volverse a enamorar, cadena perpetua le darán.
Quise amarte
hasta la muerte.
Quiero amarte
hasta mi muerte.
Quise amarte en
el dolor.
Te amo en mi dolor.
Quise tenerte
por la eternidad.
Quise darte
junto a mí el infinito.
Pero ni lo
eterno y lo infinito aman y desean,
Como te amo y
deseo.
El viento
recorre el camino más no tuerce su destino.
El nuestro una
simple brisa lo cerró.
Donde no hay
retorno ni salidas.
Seremos tu sol y
yo agua.
Me perderé con
tu fuego y jamás regresare.
En la alegoría de de mis pasos,
al retener la nada
Tu aroma llegó a mí como la misma mañana.
Te adueñaste de cada rincón de mí ser.
Dejaste en mi sabor a vida,
abriste mis sentidos de par en par.
Fuiste lentamente copándolo todo,
ya desde el primer instante llenaste el alma.
Al ponerte frente a mis ojos no pude más.
sorbo a sorbo, supe lo que era vivir.
¿Sabes
algo corazón?
Metiste
la pata.
Te
enamoraste como loco.
Te
robaron la quietud.
Hicieron
añicos tu normal vida
de
latidos locos.
Tuviste
la osadía de amar.
Soñar
con ojos cerrados.
Hoy
ya no lo puedes hacer.
Te
roban la quietud.
Y
peor si es ahora.
Cuando
salen las ideas
Suena
vieja guitarra de
músculos
trasnochados.
Me
mude al barrio del fracaso.
Me
mude a los brazos tuyos.
Donde
ya no se guardan los recuerdos.
Ni
hay secretos de sueños
¿Sabes
algo corazón?
Mentecato
ingenuo de palabras.
Codicia
de ilusiones vanas.
Hoy
yace solo en tu cajón.
Te
robaron el amor en abril.
Y
suspira un recuerdo.
Pero
solo me queda esta sensación
de
tu amor de mujer pegado a mi
piel
hecha jirones de melancolías....
Te quiero a mi lado,
como está sombra que me acompaña.
Te quiero junto a mi, eres el aire que respiro
y la concupiscencia de mis deseos.
Te quiero junto a mi, eres esta lluvia fina
que en tarde de calor, apacigua mis pensamientos
y calma mis tempestades.
Te quiero junto a mi, ahora y para siempre,
no en vano sabemos que la vida no es eterna,
los deseos no se guardan.
Te quiero junto a mi.
Si supieras donde andas,
irías tras de ti.
No para ver tus huellas,
es para pisarlas junto a ti.
Si supieras lo que piensas,
escribiría las cuartetas de
tus pensamientos.
los míos y los tuyos.
Poco saben que somos
dos hojas al vientos.
Que nos mecemos al ritmo
de los corazones y los suspiros.
Si supieras donde andas,
correría a tu encuentro.
Cómo lineas cruzadas,
para encontrarte entre mis pupilas.
No me importa que tan lejos lleguemos.
Ni lo que tardes en llegar.
Mucho menos si duras poco o mucho.
Lo que importa es que llegues a mi vida,
te quedes los segundos eternos de la vida.
Y las huellas de tus pasos en mi piel.
Si me vas amar como nadie me ha amado.
Debes de saber una cosa.
Eres la única mujer que le abriré
mi ventana en mi corazón.
La que dejaré asomar sus sentimientos
en mi piel.
Y secar sus ganas en mi alma.
Si aprendes a amarme así.
Te haré el único marco en mis ganas
de hombre y en mis aromas en las mañanas.
Cuando entiendas esto a plenitud,
toca a mi puerta.
Estoy esperándote.
Te canto a ti, que inspira la pasión de la melancolía
que me embarga.
Te canto como la cascada al tocar las piedras
y mojas con gotas el alma, las ideas de amarte.
Te canto, porque tú lo eres todo y sin importar
como mires mi alma, sabes que lo llenas todo.
Sí, te canto porque endulza mis besos a cada instante.
Le canto al rayo de sol
que entra por mi ventana.
El da vida a lo que soy.
Le canto al aire que respiro,
me hace ver el placer de la vida.
Le canto a lo que soy
porque en cada línea de mi vida,
me entrego por completo.
Le canto en el recuerdo a quien dio vida
a la creencia del amor.
Y le canto a tus encantos de mujer,
ellos son la esencia de que yo siga viviendo
y creyendo en el amor.
Sabes tome el cuchillo y abrí este pecho en dos.
Te introduje entera en él y lo cerré sólo para ti.
Metí también las ganas y las esperanzas de los dos.
Junto a las ilusiones de del hombre y la mujer.
Espero que nunca se salgan de ahí.
Esperando el latir de los dos en cada mañana al despuntar el sol.
Si me preguntas cosas de mí.
Te diría tantas verdades como sol aún,
cuando no te veo y tú no estás.
El mundo deja de ser el de siempre.
Hablarle a la soledad y a la noche de ti.
De tus ojos y de tu boca.
Del juego misterioso de tus manos.
Del sonido encantador de tus palabras.
Pero todo puede ser silencio.
Si tú no estás para verte pasar a mi lado.
Puede ser en día de sol
Puede ser en día de tarde granas.
Mejor que sea en una noche estrellada.
Cuando tus labios rojos vuelva a besar.
Sí, a besar en el silencio de mis deseos.
Tortura de la melancolía cuando se habla de amor.
Gástame los labios con tus besos
Bórrame las amarguras con las caricias.
Estrújame el alma junto a tu pecho
Y consuela mi llanto en la soledad.
Haz que olvide mi último encantamiento
Ya que una bruja robó mis ilusiones.
No me dejes mirar mis huellas.
Haz que sólo pise las tuyas.
Coge mis manos y entrelaza mis dedos
Así haremos una cadena de nuevas esperanzas.
Junto a la hoguera de nuestros corazones
Calentada por las ganas de las pasiones.
Las tuyas y las mías.
No te pido que hagamos el amor en la primera copa de vino. Ni en la segunda. Quizás en la tercera dejemos que las manos jueguen a l...
