Tu aroma llegó a mí como la misma mañana.
Te adueñaste de cada rincón de mí ser.
Dejaste en mi sabor a vida,
abriste mis sentidos de par en par.
Fuiste lentamente copándolo todo,
ya desde el primer instante llenaste el alma.
Al ponerte frente a mis ojos no pude más.
sorbo a sorbo, supe lo que era vivir.
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