Deseo hacerte el amor lentamente con mis palabras. Donde el paragua de la lluvia de caricias sea tu piel. Y las fronteras de las pasiones: los deseos de nuestras carnes.
sábado, 31 de enero de 2009
EN MIS DUDAS
Hola, mañana sempiterna.
Hola, gotas del rocío.
Un saludo al rayo de sol
dador de vida,
después de dormir a la señora de las coqueterías.
La nostalgia de las plegarias
nunca muere,
pero tampoco marcha la soledad de los caminantes.
No sé dónde estás señora de las estrellas,
puedes estar en la cacerola del arcoíris.
Dadora de ternura,
rociando sobre los tuyos
al pronunciar tu nombre,
la dicha que hemos perdido,
al dejar la inocencia guardada
en baúles oscuros.
Trato de adivinar donde estas,
pero sé que cuando miro al cielo,
eres ese lucero que me mira,
solo a mí, nada más que a mí.
Solo a mi corazón vagabundo.
Señora de las rosas,
las melancolías y la ternura.
Viento de cualquier mañana
de mis días en la locura de amar.
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