En la quietud de los segundos
fuiste más que una esperanza
en mi vida.
Me diste lo que esperaba.
Paz.
Alivio a mi alma.
Y la conjugación de una llamada
de la carne y el deseo.
Fuiste mía como ayer.
He sido tuyo desde siempre.
Y nos dieron las diez.
Haciendo el amor.
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