Hay una razón para pensar en ti.
Cae la lluvia en mi alma,
moja lentamente mis ideas.
Donde sólo habitas tú.
En mis pensamientos me acompañas
haciendo de mi existencia,
el más placentero segundo que he vivido.
Cae la lluvia, moja mi existencia.
La que desea ahogar la tristeza de
los ojos más hermosos.
Quisiera que tus brazos fueran mi cárcel,
tu cuerpo las esposas que me amarran
y tu boca el candado que me encierra.
Cae la lluvia en mi vida.
Más no te puedo tener cerca
Mil quinientas leguas nos separan.
Golpea en el marco de de mi alma
suspirando la tarde por tu presencia,
en este segundo de existencia.
Si, cae la lluvia,
en este farol que de tarde en tarde
alumbra la vida como luciérnagas
enamoradas en las noches tardías.
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