He tocado tantas veces a esta puerta
tan cerrada.
Que ya no tenia fuerza en mis puños.
Ya no tenía voz en mi garganta,
ni deseos de abrir mis labios.
Al intentar abrir tu alma y ver como amas,
deje dispersa en tus ideas las mías,
dejando escapar mis temores,
y mis desvaríos.
Al abrir mis inquietudes,
desnude mis intenciones.
Quizás muy mías, quizás muy tuyas.
Talvez ni tuyas ni mías.
Al intentar tocar tu puerta;
solté tu inocencia.
Ruborice tu piel,
estremecí las ideas
conjugándolas con las mías.
Al intentar tocar tu perta,
deje a un lado mis prejuicios,
mis creencias y por que no,
quise perder mi inocencia:
con solo tocar tu puerta.
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