Con las
ganas acuestas y sin pensarlo
tome tus ansias y las hice mías.
No por la redondez de tus nalgas,
ni por tus pezones erguidos.
Creo que era la lujuria de tu mirada,
cuando me pedía que te tomara
como yegua en celo.
tome tus ansias y las hice mías.
No por la redondez de tus nalgas,
ni por tus pezones erguidos.
Creo que era la lujuria de tu mirada,
cuando me pedía que te tomara
como yegua en celo.
Con tus
cabellos por cuerdas
enredados en mis manos.
Ya solo teníamos el jadeo y los estertores
de la agonía del éxtasis.
Gritos silentes salían de tu boca,
de ganas y encantos salvajes.
Una humedad de cuerpos nos envolvió.
Eran gotas de sudor,
de este trabajo eterno del placer.
enredados en mis manos.
Ya solo teníamos el jadeo y los estertores
de la agonía del éxtasis.
Gritos silentes salían de tu boca,
de ganas y encantos salvajes.
Una humedad de cuerpos nos envolvió.
Eran gotas de sudor,
de este trabajo eterno del placer.
Pero como en
cada cuento hay un final.
El nuestro también llego.
Rodamos juntos,
el uno al lado del otro.
Ya no sonaba mas la historia eterna.
Solo Morfeo reinaba.
Cuando tus manos posaron junto a las mías.
El nuestro también llego.
Rodamos juntos,
el uno al lado del otro.
Ya no sonaba mas la historia eterna.
Solo Morfeo reinaba.
Cuando tus manos posaron junto a las mías.
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