He doblado mis recuerdos,
en el fragor del tiempo.
Busque la agonía insípida,
en brazos de una mujer.
Manejando las ilusiones pasadas,
amores que matan, espíritu insaciable.
Escarbe tu figura locamente
buscando las locuras de tu cuerpo.
Gotas de ideas bajaban por mi espalda
entrelazados los quejidos,
desde un desvencijado diván.
Estoy soportando la tortura
de mis recuerdos desdoblados
en el fragor del tiempo.
Tengo cita en el farol,
de una esquina cualquiera,
en tu cuerpo de mujer perfumada.
Ganas contenidas de ideas mojadas;
¡ah! …diván de mis recuerdos.
Torturas que endulzaban el alma
de esta pena loca enamorada
en un reloj que marcaba las diez.
Donde solo faltas tú.