Al amanecer y clareando el día,
quise ver tus ojos de luna llena y tus labios rojos.
Hoy mi vida cuando se apagaban las estrellas.
Empecé a entender lo que era amarte.
En silencio y despacito como late mi corazón por ti.
Cuando ya creía que era imposible amar.
Escuche tu voz en mi corazón y tus palabras en mis oídos.
En ella me decía tan despacio, pero tan despacio.
Que la ola y la playa también se aman, aunque se miren en la distancia.
Deseo hacerte el amor lentamente con mis palabras. Donde el paragua de la lluvia de caricias sea tu piel. Y las fronteras de las pasiones: los deseos de nuestras carnes.
lunes, 14 de mayo de 2018
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